Primer paso hacia el perdón
“Haz lo que puedas, con lo que tienes, donde estás.”
Theodore Roosevelt
Esta es una de mis citas favoritas. Realmente si todos pensásemos así se acabaría el juzgar a los demás y daríamos un primer paso al perdón y a la aceptación y a tantas cosas más…
¿No habéis oído algunos de vosotros a vuestro alrededor mil veces…? Si mi madre me hubiese dado esto o lo otro, si mi padre hubiese… si mi pareja tendría que haber hecho tal cosa o aquella otra, amigos, hermanos… Pues cada uno hizo lo que pudo con las circunstancias que tenía en ese momento de su vida.
Cuando somos conscientes, solamente analizando nuestra vida que intentamos todos hacer las cosas de la mejor manera posible y que muchas veces a los demás no les llega o les parece que podíamos haber hecho más… Dejaríamos de exigir a los demás aquello que nosotros necesitamos.
¿Decimos aquello que necesitamos? O como las personas de nuestro alrededor nos conocen tendrían que saberlo… Esto es muy típico. Pensar que nos tienen que adivinar el pensamiento y si no hasta nos enfadamos, qué curioso. Es muy peligroso poner nuestras expectativas en los demás, porque es prácticamente imposible que las cumplan. Proyectamos en los demás lo que queremos y sin que haya ningún tipo de comunicación.
Por otro lado no sabemos las circunstancias personales de cada persona, por el momento que están pasando, si su vida está desmoronada y aun así intentan poner cada día su mejor sonrisa. No juzguemos, empaticemos más con las personas de nuestro alrededor y no demos nada por supuesto, ¿no somos adivinos, no?
También puede ocurrir que tengamos muchos frentes abiertos, casa, trabajo, hijos, amigos, perros, deporte, alimentación,…y que si no aprendemos a gestionar bien nuestro tiempo acabamos con un nivel de estrés inmenso, contracturados y entonces ya tenemos que incluir al fisio en nuestra apretada agenda… De locos, ¿No?
¿Os habéis hecho esta pregunta? ¿Qué pasaría si dejase algo de lo que hoy me exijo para mañana y tuviese un ratito para meditar y bajar ese nivel de estrés? Pues la buena noticia es que no pasaría nada por terminar mañana. Y sí, pasaría mucho si meditamos y es que ese tiempo dedicado a nosotros, a ponernos en contacto con quien somos realmente nos aporta unos beneficios inmensos.
Os invito a probar a decir qué es lo que queréis, lo que necesitáis, a aceptar que cada uno hace lo que puede, a no juzgar, a no poner vuestras expectativas en los demás, a cuidaros y a perdonaros a vosotros mismos y a los demás.